jueves, 27 de agosto de 2015

26.Del Cielito Records La creación del sello discográfico

Segunda parte


Del Cielito Records

La creación del sello discográfico


“Por todas partes voy buscando un parlante
 por todas partes voy buscando así,
 solo, con mi cono de lluvia”.

Luis Alberto Spinetta,
Parlante





El rol del productor


-La idea de crear un sello siempre estuvo implícita  -me dice Gus-. Pero de alguna manera se demoró porque de entrada hubo tal aluvión de grabaciones en la cabaña y también de shows en vivo que no tenía tiempo de sentarme y pensar en producir a una banda. Hubo, no obstante, algunos emprendimientos en este sentido, como por ejemplo Suéter, el grupo de Miguel Zavaleta. Suéter estaba en la órbita de Daniel Grinbank, que tenía una oficina de representación de artistas donde también estaba David, con Serú Girán. Y estaban ahí, en la cola, esperando que Grinbank los hiciera grabar. Entonces nosotros, para hacerles la gamba, los invitamos a que grabaran en el estudio así podían arrancar de una vez con su proyecto discográfico. En lugar de estar esperando a que Grinbank les diera horarios en algún estudio podían llevarle una cinta ya terminada para que el tipo agarrara y la publicara. O sea que, de alguna manera, yo me estaba asociando a ellos en un proyecto de producción. Además, el estudio independiente y la productora independiente eran como dos cosas que venían de la mano. Así como nosotros, en el ámbito de Serú, habíamos soñado con tener un estudio propio en consonancia con lo que estaba pasando en Europa y en Estados Unidos en esa época, también habían empezado a surgir los sellos independientes. Incluso las grandes bandas empezaron a armar su propio sello, como por ejemplo Los Beatles, que crearon Apple. Por otra parte la idea del sello independiente estuvo muy ligada al rock porque los músicos de rock en general se sentían encorsetados en una estructura de compañía discográfica tradicional. Como en ese momento el rock no era lo que más vendía y por eso no interesaba mayormente a las compañías, a veces, como nos contaba Luis, te presionaban para que grabaras algo más comercial, de alguna manera tenías que hacer algo parecido a... no sé, a lo que hacía Palito Ortega. Todas estas cosas quedaban resueltas, obviamente, si tenías tu propio sello y tu propio estudio.
     -En este caso los músicos podían trabajar con total libertad.
     -Claro. De hecho, ésa era la razón por la cual no existían los productores discográficos en nuestro país: si eras un músico de rock, sentías que se te iba a meter un tipo ahí, en el estudio, para convertirte las canciones, cambiarte las letras, darte un perfil más mainstream. Y eso era justamente lo contrario a lo que querían los músicos de rock.
     -¿No existían productores discográficos o no existían productores discográficos de rock?
     -Había productores pero producían lo que en ese momento se llamaba música beat. En cambio, la música progresiva, de vanguardia, de angustia, de exploración, la música que fusionaba ritmos, que buscaba la manera de explorar nuevos sonidos, nuevos ritmos, nuevas fronteras, no les interesaba para nada. A las compañías les interesaba vender. Entonces si a vos te metían un productor...
     -Posiblemente desvirtuara lo que vos hacías en función de lo que la compañía quería. ¿Siempre que entrabas en una compañía te ponían un productor?
     -Sí, bueno, eso era lo que la compañía quería y en general el grupo trataba de que no. Era como una reivindicación...
     -De la libertad creadora.
     -Claro, es decir: “A mí no me produce nadie y yo hago lo que quiero”. Lo que pasa es que no siempre lo lograban. O pasaba que, en realidad, se metían en el estudio y no tenían idea de lo que había que hacer. O terminaban sonando muy mal porque no sabían cómo grabar, cómo lograr lo que querían, lo que se les ocurría. En Europa, en cambio, los músicos sí contaban con alguien que los guiaba adentro del estudio, que los orientaba, alguien con quien podían compartir el proceso creativo, que fuera como un espejo, un buen interlocutor, alguien que te dijera “mirá, esto está bueno, esto está malo, acá convendría hacer tal cosa, tal otra, esto está desafinado o esto no sé qué”. Había como un interlocutor calificado y respetado por el músico. Acá no. Acá durante muchos años no existieron los productores. Es algo que en el rock empezó prácticamente en los ’80. Lo que pasa es que, como te dije antes, la idea de crear un sello independiente terminaba quedando siempre postergada. Por un lado, porque el estudio era chico y casero: no había una gran capacidad horaria, no se podía grabar día y noche, con distintos técnicos y distintas bandas. Las grabaciones siempre se hacían de a una. Por otra parte, como el estudio era novedoso y empezó a generar discos que tuvieron gran éxito, había mucho trabajo. Y todavía necesitábamos invertir en la construcción del nuevo estudio y en seguir incorporando máquinas y tecnología. No podíamos dedicarnos a producir lo que nosotros queríamos. Entonces durante los primeros años el estudio funcionó como un estudio de grabación que se alquilaba, se contrataba. A veces sí se hacían pequeñas producciones como demos o discos que después tratábamos de colocar, como fue el disco de Suéter, que te mencioné antes. Pero la idea de hacer un sello independiente quedó ahí, como en stand by. Hasta que aparecieron los Ratones Paranoicos.
     Gustavo Gauvry hace una pausa.
     -¿Querés un té?   -ofrezco.
    Sigue haciendo frío y ha empezado a llover.
    Estamos en casa.



Ratones Paranoicos. 1986
(Foto de Héctor Milberg)

No hay comentarios:

Publicar un comentario